¿Es tu foto de perfil la mejor que puedes tener?

Un estudio de la revista Cognitive Research: Principles and Implications indica que si queremos encontrar nuestra foto de perfil más adecuada debemos dejar que la escoja otra persona. La investigación concluye que las imágenes producen menores impresiones positivas cuando son seleccionadas por uno mismo en comparación a cuando son seleccionadas por alguien ajeno a nosotros.

Investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur también han roto con la antigua creencia de que uno mismo es capaz de escoger la foto que más le favorece, es más, son aquellas personas que no tienen relación directa con nosotros aquellas más capaces de descubrir la foto que genera mejor impresión.

David White, doctor en Psicología, dictamina que las personas tomamos malas decisiones cuando entra en juego la subjetividad y apunta a la enorme importancia que tiene la foto de perfil, ya que tiene un enorme influencia sobre la percepción que adquieren los demás de nosotros. Esta limitación se debe al excesivo deseo personal por verse lo mejor posible, lo cual acarrea una visión demasiado optimista al analizar una imagen, y esto dificulta ejercer esa elección de una forma más objetiva.

Las investigaciones recientes señalan que autoseleccionar tu imagen de perfil no es lo más idóneo.

Numerosas investigaciones han destacado el poder de una simple imagen de perfil para representar la apariencia de una persona. Hay que tener en cuenta diferentes aspectos que rodean a la imagen, ya que alteran el modo en que se percibe el rostro. Por ejemplo, en una foto capturada en un entorno controlado como un estudio fotográfico se presta más atención a ciertos rasgos faciales, mientras que una foto “ambiente” o ”menos artificial”, se percibe más el atractivo y la apariencia física.

El atractivo que desprenden nuestras fotos es algo que ha encontrado un nicho de mercado enorme en los últimos años. Durante el último lustro han proliferado las aplicaciones móviles destinadas a encontrar el amor, algunas de ellas como Tinder o Lovvo basan su funcionamiento en la elección de una persona como atractiva o no únicamente en función de varias fotografías de perfil.

Más curioso es el caso de Picfeel, una app en la que el usuario debe seleccionar las imágenes que considera más atractivas atendiendo a tres tipos de emociones: felicidad, relajación y amor. El árbol de decisión en esta aplicación es distinto al sistema de like/dislike de Tinder y es que en Picfeel la decisión se toma por descarte contraponiendo dos usuarios aleatorios.

Pero mientras la ciencia trata de averiguar cuál es la clave para escoger nuestra mejor fotografía…

¿por qué no dejamos que los demás nos ayuden a reducir las desventajas de evaluar únicamente bajo nuestra óptica?