Alimentación saludable en los centros escolares ¿realidad o ficción?

Somos lo que comemos. Una alimentación variada, rica en vegetales, cereales y proteínas saludables acompañada de ejercicio físico vigoroso es la clave para evitar enfermedades en el futuro. Este es uno de los mensajes que han lanzado los expertos que han participado en la jornada del proyecto Health Edu, un encuentro en el que se ha presentado una guía de alimentación saludable en uno de los segmentos de población más vulnerables: los niños y niñas en edad escolar. A través del proyecto Health Edu, Florida Uiversitària pone el foco en la necesidad de promover nuevos hábitos alimenticios en la población escolar e impulsar nuevos estilos de vida saludables. 

Mavi Corell y Rafael Adell, docentes de Florida Universitària,  han presentado la jornada, en la que han destacado que este proyecto de investigación concluye después de tres años de trabajo en los que han colaborado países como Italia, Grecia, Turquía y Lituania con el objetivo de lograr la alfabetización nutricional de la comunidad educativa. 

El resultado de este proyecto es un material formativo destinado a familias, profesorado, alumnado y empresas encargadas de los comedores escolares para promover una alimentación equilibrada. "esta guía promueve hábitos alimenticios sostenibles y educa para que el entorno sea el adecuado para promoverlos",  han añadido los docentes. 

La obesidad y el sobrepeso ya  afecta al 30% de la población infantil

Manuel Martínez, pediatra y profesor de Florida Universitària, ha subrayado que existen numerosos estudios que demuestran que la alimentación es un pilar fundamental en la prevención de enfermedades desde las edades más tempranas. "Las cifras muestran que el 30% de la población infantil padece obesidad o sobrepeso", ha indicado. 

Según el experto, existen enfermedades crónicas asociadas a una mala alimentación, como la obesidad, diabetes, cardiopatías, dolencias respiratorias o hipertensión, entre otras. Para invertir esta tendencia es crucial concienciar a la sociedad. "La ingesta de alimentos procesados, como consecuencia de nuestro ritmo de vida es uno de los grandes errores", ha señalado.  El antídoto contra este tipo de enfermedades es –a juicio del experto-"la dieta mediterránea", un patrón alimenticio que potencia el consumo de grasas derivadas del aceite de oliva, pescados y frutos secos y que aporta ingredientes saludables como los alimentos  frescos y las verduras de temporada. 

La dieta mediterránea debe convertirse en algo más que un patrón alimenticio. A juicio del médico especialista, constituye un estilo de vida. La combinación de la alimentación saludable y la práctica de ejercicio a diario son dos de los ingredientes necesarios para lograr los mejores hábitos en las generaciones futuras. "Las familias y los centros escolares tienen un importante papel en este escenario para contribuir a que la población infantil crezca sana", ha añadido.