Expertos en infancia recomiendan juguetes tradicionales en la era digital

La presencia de juguetes con tecnologías más avanzadas en nuestros hogares supera ya a los juguetes con mecanismos simples. Según un estudio elaborado por el Instituto Tecnológico del Producto Infantil y Ocio (AIJU), el 52% de los juguetes que han recibido los niños y niñas en el último año disponen de mecanismos o tecnología. El informe "Nuevos juguetes, nuevas formas de jugar" advierte de que la revolución tecnológica se asume de manera creciente en los roles de juego desde las edades más tempranas.

María Costa, directora del Departamento del Consumidor Infantil y Pedagogía de AIJU, ha destacado que en un momento en el que la infancia está sobreexpuesta a las nuevas tecnologías, es recomendable potenciar actividades que eviten el uso de las TICS siempre que no aporten valor educativo. Un abuso de estos elementos -ha advertido- causa sedentarismo, limita la imaginación, no promueve la socialización de la infancia y no contribuye al juego cooperativo.

Entre las preferencias de juguetes tecnológicos, el estudio apunta que kits de robótica y programación son los más buscados, seguidos de mascotas interactivas, videojuegos, pulseras y relojes, muñecas interactivas y drones.

El informe también observa los cambios de hábitos en los roles de juego. "Se observa cómo con el paso del tiempo aumentan los juegos más sedentarios individuales y de juego interior, mientras han disminuido los juegos activos, colectivos y exteriores", señala.

La experta ha participado junto a otros especialistas en la jornada "El Cuidado Infantil en Contextos Informales", una sesión que ha acogido Florida Universitària en el marco del proyecto europeo Child in Mind que pretende impulsar una educación y formación inclusiva de calidad destinada a cubrir las necesidades de los cuidadores infantiles informales en todos los entornos sociales.

Durante su intervención, María Costa ha expuesto cuáles son los juguetes recomendados en cada etapa educativa; desde los 0-1 años, en los que el jueguete debe ser un aliado para que el bebé explore el mundo de forma segura y placentera, hasta más de 9 años, una etapa del final de la niñez, en la que hay que proporcionar herramientas que fomenten la comunicación, los hábitos de vida saludables o la tolerancia.

Los participantes han destacado la importancia de mejorar el acceso a la formación de cuidadores y cuidadoras, desarrollando recursos educativos adaptados a sus necesidades. "Es fundamental tener en cuenta los distintos contextos. Saber qué necesita el menor en cada momento y analizar nuevos fenómenos como las nuevas tecnologías para introducirlos de manera gradual a determinadas edades, donde los menores usan estos recursos como vía de socialización. Pero siempre, bajo la supervisión del adulto", ha señalado el psicoterapeuta Xavier Sanmartín.

Juvi Galán, asesora pedagógica de Ninos Escoles Infantils, también ha valorado la importancia de buscar contextos adecuados, usar distintos materiales lúdicos y nuevos contenidos para desarrollar el cuidado infantil en contextos ajenos al centro escolar. La representante de Ninos ha mostrado cómo los cambios de roles en la familia ante la llegada de un nuevo miembro generan situaciones que implican a cuidadores próximos a los progenitores –en casos de familias extensas- o cuidadores externos –cuando la familia es reducida-. En ambos casos, ha señalado la importancia de asesorar al cuidador informal, por ser una parte esencial en el desarrollo del menor.