Preguntamos a David Blay cómo deben comportarse trabajador y empresario ante el teletrabajo

David Blay es periodista y desde hace más de 20 años ayuda a deportistas y empresas a presentarse ante los medios de manera noticiable. Hace 13 que teletrabaja y en 2014 escribió el libro '¿Por qué no nos dejan trabajar desde casa?’.

Nos explica que lo de hoy “no es teletrabajo. Es flexibilidad para compatibilizar tu vida personal y profesional con eficiencia”. En estos días que le hemos solicitado opinión lo que más le han preguntado es si es bueno trabajar en pijama a lo que ha respondido “que estamos dando por hecho que todos vamos a trabajar bien en esta situación desde el día uno, cuando no estamos dando opción al período de adaptación, de convencimiento, de negociación colectiva de horarios y espacios comunes, de herramientas a utilizar... Creo que el pijama es un duelo que hay que pasar y si quieres darte el gustazo de trabajar uno o dos días así no vas a caer en una depresión ni tu rendimiento se va a hundir por ello”.

¿Lo positivo y negativo del teletrabajo?

Demostrar que se puede hacer lo mismo en menos tiempo, abrirse a varios segmentos laborales y no solo al propio y compaginar familia (tengas hijos o no) y trabajo.

Lo negativo viene de la nula formación existente hoy día, que hace que su implantación sea poco exitosa

 

¿Ahora crees que iremos por buen camino en el teletrabajo o cuando pase volveremos a la misma incultura empresarial?

Esta situación se ha producido por obligación y no por convencimiento. E incluso en las empresas que están teletrabajando se están dando casos de decisiones basadas en la desconfianza y la incultura del trabajo remoto y flexible. Pienso que las compañías no apostarán por él, pero para muchos empleados se abrirá el debate al demostrar que han sido más efectivos y productivos en menos de ocho horas diarias en general.

 

¿Qué feedback te llega de la gente que teletrabaja y antes no lo hacía?

Que la mayoría de sus jefes les piden cosas que ya les pedían cuando no lo hacían y les parece absurdo. Aunque muchas personas quieren saber, sobre todo, cómo no trabajar de más, porque están acostumbrados a estar vigilados y al no estarlo físicamente se sienten culpables si trabajan menos de lo que suponen que es lo correcto.

 

¿Y de los empresarios?

Muchos están solicitando formación y consultoría en este sentido, pero no tantos como la gente puede creer. La mayoría tienen bastantes preocupaciones con mantener su negocio como para optimizar lo que les queda de él en estos momentos

 

¿Cómo deben actuar con su equipo para no dar una imagen de fiscalizador?

Si ficharon a las personas que hoy componen su plantilla se supone que es porque confiaban en su capacidad pero hasta hoy la mayoría de los directivos no establecían tareas a corto, medio y largo plazo. No explicaban el core de la empresa ni hacían partícipe de él a la mayoría de sus contratados. Y eso hacía que muchos llegaran, encendieran el ordenador y se aventuraran en el día a día sin un rumbo definido. El gran cambio tiene que llegar con disposición claras de tareas diarias, medibles, para saber qué se está haciendo bien y qué no y cambiarlo cuando sea necesario.

 

¿Qué fases tiene el teletrabajo?

Las que precisamente no hemos vivido en esta transición: implementar sus fundamentos en las oficinas (trabajo por objetivos, claridad en las tareas, medición...), realizar experimentos con equipos de un día a la semana de teletrabajo, definir qué áreas de la empresa son susceptibles de poder realizarlo, explicar a las que no el por qué (un nuevo reto para Recursos Humanos) e ir migrando poco a poco al trabajo remoto total

 

Claves para seguir con la rutina y que el estar en casa no nos afecte:

1. Hazte un horario de todo: desde desayunar a los momentos de trabajo, pasando por los descansos
2. Busca una hora para hacer deporte cada día
3. No mires el móvil de manera constante. Contesta a los mails y WhatsApp cada hora
4. Emite informes diarios de lo que has hecho

 

¿Qué no debemos hacer?

1. Ser multitarea, lo que incrementará enormemente el estrés y el tiempo que tardemos en realizarlo todo
2. No parar en los mismos momentos en que parábamos en la oficina
3. Comer delante del ordenador
4. Adelantar trabajo. Siempre hay trabajo que adelantar, pero nunca lo terminas todo

 

#Quedateencasa