COMARCA VEGA BAJA DEL SEGURA: VALOR A FUTURO

Territorialmente la Vega Baja es la tercera comarca  en aporte al PIB empresarial de la provincia de Alicante. El comercio y la construcción  son las industrias que tienen mayor aporte al PIB de la Vega Baja del Segura, unido al conjunto de servicios  Si indexamos los servicios en su totalidad (transporte, turismo y otros servicios), éstos acumulan un aporte al PIB de 21,7%.

Los cultivos hortícolas y los cítricos son pilares en el desarrollo agrario de la zona. La huerta es un activo de gran valor para el territorio de Vega Baja,  llegando a ser una seña de identidad. 

El turismo vacacional y residencial, unido a otros sectores como el de transporte de mercancías  y la industria de redes, constituyen también sectores tractores y estratégicos de la comarca. 

La situación real del entorno, las principales necesidades y el potencial del mismo, han establecido una serie de retos empresariales y territoriales con los que asegurar la competitividad y el desarrollo constante de este territorio. 

COMARCA VEGA BAJA: VALOR A FUTURO es un proyecto de exploración de nuevas oportunidades de crecimiento en el territorio vinculadas al desarrollo empresarial de la comarca de la Vega Baja, que ha recogido 11 actuaciones estratégicas atendiendo al análisis de las tendencias del sector vinculadas a la tecnología y ciencia; economía y mercado ; y sociedad y cultura que han permitido proyectar escenarios de futuro y promover acciones.

En base al análisis realizado de estas actuaciones, las necesidades identificadas  se dirigen fundamentalmente a incrementar las posibilidades del territorio, generando oportunidades para el mismo y para todos sus habitantes, y divididas en dos sectores tractores: AGROALIMENTARIO Y SERVICIOS Y CONSTRUCCIÓN.

SECTOR AGROALIMENTARIO

• Pérdida de competitividad por cumplimiento de normativas EU y costes de producción.
• Comoditización del producto fresco y pérdida de rentabilidad.
• Falta de modelos que ayuden a unificar objetivos y unir los productores.
• Asegurar que se recogen la mayor parte de variedades y categorías.
• Hacer evidente el valor y calidad del producto para que el cliente y el consumidor final perciban la diferencia.
• Baja rentabilidad.
• Falta de agua y necesidad de gestionar el riego.
• Resultados de cosechas amenazados por el cambio climático.
• Falta de dominio de herramientas digitales.
• Desarrollo de proveedores de hardware y software de aplicaciones agroindustriales.
• Falta de incentivos y motivación de los pequeños productores por la baja rentabilidad del negocio.
• Gestión de la caducidad, logística y manipulado del producto fresco.
• Polarización de resultados en aquellos que han construido canal desde la perspectiva del productor.
• Falta de conocimiento y acceso al consumidor final.
• Falta de conocimiento de los intereses del canal, de la gestión y estructura
• Falta de diferenciación y pérdida de rentabilidad frente a la oferta de otros países productores o mayoristas de frescos.
• Desarrollar un mercado de valor y divulgar la diferencia en productos que permiten baja intervención.
• Falta de conocimiento y tiempo en el cliente final para valorar y consecuentemente pagar más por productos frescos de calidad superior.
• Gestión del sector compatibilizando los intereses de grandes operadores con pequeños agricultores.
• Gestión de caducidades y logística.
• Gestión y aprovechamiento de residuos y mermas de productos frescos.
• Resultados de cosechas fluctuantes en la cantidad y la calidad de los productos.
• Falta de conocimiento de intereses y motivaciones para entrar en nuevos clientes/canales/mercados.
• Falta conocimiento para desarrollar nuevos modelos de negocio, nuevas categorías y nuevos productos de valor.

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