El trabajador aumentado: el humano 4.0 se apoya de la tecnología avanzada
El alumnado del ciclo de robótica programa robots colaborativos, máquinas fáciles de implementar que aportan gran valor
Publicado el martes, 15 de enero de 2019 a las 12:55
La cuarta revolución industrial ha traído una reformulación de los modelos de negocio. Las organizaciones comienzan a introducir en sus estructuras elementos tecnológicos que van, desde el uso de la inteligencia artificial o el análisis de datos, hasta la introducción de robots o tecnología aditiva (impresión 3d). En este nuevo contexto, las industrias han comenzado a integrar en sus flujos de trabajo la robótica y la automatización. Los robots comienzan a asumir tareas físicas complicadas o que entrañan cierto peligro, mejorando la seguridad del equipo humano y garantizando la calidad de los productos.
Este fenómeno, lejos de relegar al elemento humano del centro de las organizaciones, potencian sus capacidades para llegar al concepto de trabajador aumentado: aquel que se apoya de las nuevas tecnologías avanzadas. Un trabajador que puede ser mucho más versátil y creativo usando sus habilidades para innovar y enfrentarse a retos basados en el conocimiento. Mientras, las máquinas se centrarán en las tareas más rutinarias y repetitivas.
Los denominados robots colaborativos son los que logran esta simbiosis perfecta: máquinas capaces de trabajar en harmonía con el operario humano. En este entorno, la persona aporta destreza y capacidad de resolución de problemas y el robot ofrece resistencia y precisión en la ejecución de sus tareas. Según la Asociación Española de Robótica, los robots colaborativos son ligeros, flexibles y fáciles de instalar y están diseñados para interactuar con humanos en un espacio de trabajo compartido.
El alumnado y profesorado del Ciclo Formativo de Grado Superior de Automatización y Robótica Industrial de Florida Universitària trabaja durante toda esta semana en la programación del robot colaborativo UR3. “Con esta actividad, nuestros alumnos pueden aprender a programarlo interaccionando con él”, detalla Carlos Camacho, profesor del ciclo.
El prototipo, cedido por la empresa Universal Robot Parthners a Florida Universitària durante estos días, es el modelo UR3, “un robot muy interesante por su reducido tamaño y el potencial de implantación en la industria en general”, destaca el docente, quien ha avanzado que en pocos años se observará un importante segmento de crecimiento de este tipo de tecnología en las pequeñas y medianas empresas, al poder beneficiarse de la escalabilidad y flexibilidad de estas máquinas.
“Una de las grandes ventajas de estos robots es la capacidad de trabajar codo con codo con los operarios humanos. Habitualmente realizan tareas de apoyo, aunque sus posibilidades van mucho más allá siempre funcionando de un modo seguro. Otra gran virtud es su facilidad de programación con una rápida curva de aprendizaje para el operario”, añade Camacho.