Políticas de Desarrollo Regional en Base a modelos Cluster

En 1990, partiendo del hecho de que existían determinados territorios que se habían convertido en la sede de los competidores internacionales triunfadores en un sector, Michael Porter (Michigan, 1947) realizó una extensa investigación en una decena de países que finalizó con interesantes conclusiones. Entre otros aspectos, detectó la existencia en esos territorios de una serie de conglomerados empresariales que se relacionan en su interior de modo vertical, horizontal y colateral y que denominó cluster.

Porter define cluster como "un grupo de empresas interconectadas y de instituciones asociadas, ligadas a actividades e intereses comunes y complementarios, geográficamente próximas". Un cluster puede también definirse como un sistema formado por empresas interconectadas y servicios institucionales cuyo valor como un todo es mayor que la suma de las partes.

Observamos, por tanto, que existe un núcleo común a éstas y otras definiciones, esto es, la importancia atribuida a las interrelaciones entre los actores, a la proximidad geográfica y la consideración de que de ellas se derivan ventajas económicas.

Los cluster constituyen una potente herramienta para el desarrollo de políticas económicas a escala regional. Por un lado, representan una nueva forma de pensar sobre la economía y la organización del desarrollo económico en un determinado campo de actividad; por otro, potencian la creación de importantes interrelaciones entre empresas y sectores en cuanto a tecnología, cualificaciones, información, marketing y necesidades de los clientes, lo que representa un aspecto fundamental para dirigir y dinamizar el ritmo de la innovación.

Cluster: su influencia sobre la competitividad

Los cluster incrementan la productividad y la eficacia de las empresas o sectores que las integran gracias a factores como la complementariedad entre productos

y servicios – por ejemplo, el atractivo turístico de un lugar no va a depender sólo de sus playas, monumentos, etc., sino de la comodidad y servicios de hoteles, restaurantes, transporte- o la mejora de la función de compras.

Además, los cluster convierten en bienes públicos o cuasi públicos muchos factores y recursos que en otras circunstancias serían muy costosos (como el asesoramiento por parte de expertos, los fondos de información y tecnología, los laboratorios de ensayos, las publicaciones especializadas...).

Incrementan su capacidad de innovar y, con ello, su capacidad de aumentar la productividad. La presión competitiva interna en las empresas aumenta la presión por innovar para lograr una diferenciación respecto a los competidores cercanos. Además, el cluster ofrece una serie de ventajas a la hora de innovar, como pueden ser una clara y rápida percepción de las necesidades de los clientes o la facilidad para percibir nuevas posibilidades en tecnología, producción o comercialización.

En tercer lugar, los cluster estimulan la creación de nuevas empresas, lo cual apoya la innovación y expande el propio cluster. Entre las causas, una mejor información sobre las oportunidades en el interior del clus- ter.

Factores de éxito en el desarrollo de políticas regionales de cluster

En el nuevo contexto en el que vivimos, de creciente competencia interempresarial, en una economía cada vez más globalizada, la Administración puede facilitar el desarrollo y potenciación de los cluster, aunque no debe olvidarse que el papel clave lo tienen las propias empresas. En sus manos está la opción de aprovechar las ventajas competitivas que ofrece su ubicación y las

facilidades que puedan aportar los poderes públicos. Por su parte, el asociacionismo debe convertirse en un instrumento clave a la hora de conseguirlo.

Además, los cluster son considerados foros esenciales para la remodelación de la función del sector privado, el gobierno y las asociaciones empresariales e instituciones educativas o de investigación. Permiten crear espacios de colaboración entre empresas de todos los tamaños, donde se pueden identificar oportunidades y problemas comunes, ofrecer asesoramiento para el desarrollo de políticas económicas y sociales y fomentar el diálogo.

Pero un cluster no siempre es la solución más apropiada ante determinados problemas de competitividad, y por ello es aconsejable determinar en qué casos es aconsejable o no.

Según los expertos, entre los factores esenciales para crear un cluster con éxito está la adecuada definición del ámbito de actuación: es preciso asegurarse de que están incluidas las empresas de sectores con problemáticas comunes y que precisan mejorar su productividad y rendimiento, así como aquellos otros sectores

e instituciones relevantes que tienen vínculos materiales con las actividades principales del cluster.

En una política regional de cluster resulta imprescindible seleccionar los cluster teniendo en cuenta el resto de cluster de la región, e integrando los diferentes esfuerzos dirigidos a mejorar el potencial regional.

Tampoco se debe olvidar incluir en la estructura del cluster tanto la iniciativa privada -que implica unos objetivos y esfuerzos específicos y continuados que lleven a lograr mejoras reales del rendimiento del cluster-, como a la iniciativa pública -que debe implicarse para asegurar un respaldo amplio y la rápida puesta en marcha de las recomendaciones que surjan del trabajo del cluster-.

Y, por último, es necesario mantener e integrar a todos las personas participantes en un proceso de mejora común.

El sector biotecnológico

El biotecnológico es uno de los sectores en los que se están desarrollando cluster y espacios para la cooperación y el impulso de esta actividad que genera conocimiento y empleo cualificado e implica a centros tecnológicos y de investigación. Un sector con amplias posibilidades de crecimiento a medio y largo plazo. La Estrategia BioNavarra, Lleida Biotech, la Biorregión valenciana o el cluster de la biotecnología de Galicia son sólo algunos ejemplos de las iniciativas que se están poniendo en marcha en España.

En este ámbito, la Asociación Nacional de Centros Europeos de Empresas e Innovación Españoles (ANCES) y Genoma España (Fundación para el Desarrollo de la investigación en Genómica y Proteómica), son los promotores del programa BioANCES, un proyecto iniciado en enero de 2004 con el objetivo de formar, asesorar, apoyar y acompañar a los emprendedores que desean poner en marcha un proyecto empresarial en el ámbito de la biotecnología.

BioANCES es una iniciativa específica y pionera de apoyo a la creación de empresas-bio a nivel nacional, iniciado desde los CEEI, realizando labores de identifi- cación de proyectos y orientación inicial de los bioemprendedores, formación específica en gestión de bioempresas, desarrollo de planes de negocio, asesoramiento y búsqueda financiación, y apoyo a la puesta en marcha de las bioempresas generadas.

Por lo tanto, BioANCES II constituye una herramienta fundamental para la creación de nuevas bioempresas que pasarían a formar parte y engrosar el colectivo de bioempresas de los nuevos cluster que se pongan en marcha.