Conoce las diferencias entre una pyme y una startup

Aunque la palabra startup no se ha registrado todavía en el Diccionario de la RAE, es una clara evidencia que esta nueva metodología de mercado está implantándose cada vez más. Por su parte, el concepto de pyme refleja desde hace tiempo a una empresa compuesta por un número reducido de trabajadores y con un moderado volumen de facturación. (Ver enlace)

Aparte de ese matiz temporal entre ambos conceptos, existen varias diferencias entre el modelo tradicional y esta metodología. Por ejemplo, el número de empleados. En la pyme suele haber un único fundador y es habitual que se cuente con una estructura jerárquica formada por empleados locales. Sin embargo, en la startup suele haber detrás un equipo horizontal que puede crear empleo en cualquier parte del mundo. 

La cualificación del personal es un aspecto que también suele diferenciar a las dos modalidades porque la startup cuenta con profesionales muy preparados. Este factor hace que los sueldos sean mayores que en las pymes. Además, la innovación es un pilar base e incluso una ventaja competitiva en las startups mientras en la pyme solo es frecuente aplicarla a la tecnología o a algún proceso productivo.

El mercado es un punto diferente entre la pyme y la startup: la primera se desarrolla en un círculo local y la segunda es más fácil que se mueva a nivel mundial. Además, también son más ambiciosos los objetivos de la startup; persigue la filosofía del ‘todo o nada’ así que sus tasas de supervivencia y sus probabilidades de éxito son menores que las de una pyme. Ésta presenta un modelo de negocio claro antes de constituirse, y suelen centrarse tanto en productos como en servicios; pero la startup, una vez formada, persigue encontrar un modelo de negocio adecuado, cómo generar valor, cómo hacer dinero, etc. y adopta el modelo de prueba y error, en la mayoría de los casos sobre un producto. 

Respecto al origen de la financiación, las pymes son negocios de carácter familiar que recurren principalmente a ahorros acumulados y a la ayuda de los bancos. Por su parte, en la startup aparecen figuras como el capital riesgo, los business angels o el crowdfunding.

La capacidad de crecimiento está ligada con la financiación. Un pyme crece de manera más lineal y horizonte se ubica más a corto plazo, mientras que la startup madura las inversiones durante más tiempo haciendo así que su crecimiento sea exponencial y sostenido. Además, las últimas corren mayor riesgo con su inversión siguiendo la filosofía del ‘todo o nada’, persiguiendo unos objetivos más ambiciosos. 

Durante el año 2015 la creación de startups en España creció un 26% según un estudio de Startupxplore, la mayor comunidad online de startups e inversores de España. Están lideradas por el e-commerce, que sigue siendo el sector preferido para emprender en nuestro país, representando el 16% del total de startups nacionales. Por su parte, las pymes reflejaron un aumento del 2% en 2015 respecto al año anterior.

 

Más información en estos enlaces:

http://socialdesignup.com/diferencias-entre-pymes-y-startups/

http://www.ticbeat.com/empresa-b2b/diferencias-entre-pyme-y-startup/

http://www.nunkyworld.com/diferencia-startup-de-una-pyme/

https://startupxplore.com/es/blog/

http://valenciaplaza.com/la-creacion-de-startups-de-salud-se-incremento-un-53-en-espana-en-2015

http://www.ipyme.org/Publicaciones/ESTADISTICAS-PYME-2015.pdf