Jordi López y Ángela Gimeno “No podemos permitir que una tierra tan rica y próspera como la nuestra tenga un 40% de abandono”

Recuperar las parcelas rurales abandonadas, poner en marcha cultivos y dinamizar la economía local, todo ello acompañado por una revolución tecnológica en agricultura. Ese el modelo de Bioterreta, el proyecto que Jordi López y Ángela Gimeno han presentado al Programa de Mentorización Empresarial en municipios rurales de la provincia de Valencia, que impulsa el CEEI y que está financiado por el Área de Desarrollo Rural y Políticas contra la Despoblación de la Diputación de Valencia.

Este programa ofrece un servicio de acompañamiento y mentorización a emprendedores que tienen una idea revolucionaria de negocio y quieren convertirla en un proyecto empresarial. También pueden beneficiarse de este programa las empresas de reciente creación que quieran consolidar su actividad en los territorios rurales de la provincia de Valencia.

El proyecto Bioterreta busca aplicar la mejor tecnología al trabajo del campo

En el caso de Bioterreta, el objetivo es claro: frenar inmediatamente el abandono de las parcelas agrarias valencianas empezar a trabajarlas desde la agroecología, la economía circular y la implantación de las tecnologías más punteras para garantizar su desarrollo. “Aquí no buscamos el cultivo estrella, sino el cultivo sostenible”, explican Jordi y Ángela. Y eso es lo que hace Bioterreta: recuperar los suelos para plantar productos autóctonos de máxima calidad. Por el momento, uno de los más trabajados es el olivo.

Modelo Bioterreta

“Nosotros hemos creado nuestro propio modelo de gestión, que consiste en la custodia agraria. ¿Qué es exactamente la custodia agraria? Es un contrato mediante el cual el propietario nos alquila sus tierras sin uso y nosotros las trabajamos para sacarles el máximo partido. Cuanto mejor sea el producto, más beneficio para todos. Es un win-win”, continúan Jordi y Ángela.

Pero este win-win no es solo para Bioterreta y los propietarios de las tierras, sino también para todo el entorno rural y para el propio futuro de la agricultura. “El modelo Bioterreta da mucha importancia a la dinamización de la vida en los municipios con la creación de actividad. Los pueblos han vivido siempre de la agricultura, y no podemos permitir que una tierra tan rica y próspera como la nuestra tenga más de un 40% de abandono”, consideran.

Y es que, según su perspectiva, la promoción del mundo rural y la atracción de nuevas formas de vida al pueblo no puede dejar de lado su actividad más primordial: la agricultura. “Está bien fomentar el teletrabajo y llenar de vida los pueblos, pero el pueblo no solo es un croma bonito, es una forma de vida que debemos proteger y trabajar. El pueblo solo tiene sentido a través de la agricultura”, aseveran los responsables de Bioterreta.

Tecnología puntera

Sin embargo, la recuperación de la actividad más tradicional y primigenia de los municipios no está reñida con la innovación. Todo lo contrario. El proyecto Bioterreta busca aplicar la mejor tecnología al trabajo del campo, adaptada a las necesidades del modelo minifundista que impera en la Comunidad Valenciana.

“Lamentablemente, aquí ni siquiera se investiga en nuevos procesos y modelos. Mucha maquinaria la tenemos que exportar desde el extranjero”. Y es que aquí se encuentra otro punto en el que la dinamización de la agricultura podría, sin duda, aportar mucho: el desarrollo de un sistema innovador centrado en el campo. 

“Nosotros aplicamos todo tipo de tecnologías: sistemas basados en teleoperación, control por satélite de las parcelas, robots polivalentes agroforestales, drones…”, indican Jordi y Ángela.

Entorno natural y trabajo en red

Otro de los grandes beneficiados del modelo Bioterreta, es el entorno. Y es que, el abandono de las parcelas y la paralización de la actividad agraria también tiene importantes efectos sobre la gestión del territorio. Un ejemplo podría ser la acumulación de cañas en los ríos, que luego pueden ser arrastradas por las corrientes en caso de gota fría y generar muchos problemas. “¿Qué actividad reutiliza, por ejemplo, las cañas de los ríos en un modelo sostenible y de economía circular? Efectivamente, la agricultura”, señalan.  

Y por último, otra de las grandes preocupaciones de Bioterreta es la colaboración y el trabajo en red: el relevo generacional de los municipios, la creación de un sistema de trabajo entre proveedores locales, generación de nuevas oportunidades, empleos y emprendimientos centrados en el campo. “Y por supuesto, también tenemos una visión agroecológica: cuanto más trabajado está el campo, más diversidad hay y más sano es todo lo que comemos”, finaliza el responsable de Bioterreta.

Lo mejor de Mentoring Rural… El acompañamiento

Lo que más han valorado Jordi y Ángela de su implicación en el proyecto de Mentoring Rural del CEEI es el acompañamiento de profesionales. Bioterreta pone la idea, la visión de negocio y la pasión, mientras que el CEEI aporta el consejo y acompañamiento de expertos.

En el futuro…

En el futuro, Jordi y Ángela se ven trabajando por y para la tierra, con el modelo Bioterreta ya totalmente concretado y funcionando “a toda máquina” para conseguir la recuperación del entorno rural. Por el momento, ya llevan 8 años a sus espaldas e implantación en cinco comarcas valencianas.  

 

Empresa participante en el Programa Mentoring Rural o EmprendeAventura, desarrollados por CEEI Valencia y financiado por la Diputación de Valencia dentro de su política de apoyo al territorio rural y de lucha contra la despoblación.