Expectativas saludables: ¿cómo pueden ayudarte en tu entrenamiento?

Un aspecto de vital importancia y poco tratado a la hora de diseñar un plan de entrenamiento es la gestión de las expectativas. Para el entrenador/preparador personal o aficionado al deporte, será necesario aprender a gestionarlas. Supongamos que dos personas quieren perder peso, todo en ellas es igual: estado de forma, salud, habilidades y experiencia, la única diferencia es que una espera perder 10 kilos en 4 meses, mientras la otra espera perder 20 en el mismo período de tiempo. Pasados los meses, ambas consiguen perder un total de 15 kilos, un buen resultado que, mientras para la primera será un éxito, para la segunda será un fracaso, ya que sus expectativas eran más altas. Esta situación desalentará a la segunda persona, quien probablemente abandone el entrenamiento, mientras la primera sigue mejorando su salud. 

Las expectativas saludables permiten sostener el entrenamiento durante mucho tiempo, ya que tenemos la sensación de que nuestro esfuerzo tiene resultados beneficiosos para nosotros. A continuación, hablaremos un poco más de cómo son las expectativas saludables.

• Realistas

Para este puto, es necesario tener en cuenta lo que hemos conseguido en algún momento anterior de nuestra vida, lo que nos permitirá tener una idea de qué podemos conseguir. Cualquier resultado que supere dicho punto, debemos entender que es algo que se puede conseguir o no, y que en el camino podríamos encontrarnos con más sacrificios de los esperados.

• Flexibles

Es obligado asumir que durante un plan de entrenamiento a largo plazo pueden suceder muchas cosas que nos alejen durante un tiempo del mismo: lesión, problemas que no nos permitan ir a entrenar, enfermedad… No debemos frustrarnos ante algo así.

• No tienen plazo de tiempo

Establecer un plazo de tiempo para alcanzar un objetivo es un gran error. Por norma general estos plazos se establecen atendiendo a un razonamiento nada objetivo. Las influencias tienen mucho peso en este punto, una variable que no puede ser controlada.

• Ayudan a la felicidad

Unas expectativas saludables fomentan la felicidad, ya que asumimos que para alcanzar nuestros objetivos en ocasiones deberemos sacrificar parte de nuestro tiempo, esfuerzo y dinero. Una persona no debe sentirse agotada con su entrenamiento ni sentir que no puede cumplir con sus deseos sociales, recreativos o emocionales, entre otros. Si nuestras expectativas son incompatibles con nuestra vida, acabaremos abandonando el plan, ya que resultará insostenible.

• No afectan a la autoestima

Si el objetivo marcado es poco realista, nuestra autoestima se verá disminuida, ya que no podremos cumplir con nuestras expectativas. Cuando tenemos expectativas saludables que no se cumplen, nuestra autoestima no se ve afectada, es solo una ocasión para aprender y seguir trabajando.

Aquel que mantenga una relación saludable con la actividad física y sea capaz de introducirla en su vida sin desplazar otras fuentes de felicidad, probablemente necesite más tiempo para obtener los mismos resultados que otro que se entregue completamente dejando todo lo demás a un lado, pero los mantendrá para el resto de su vida. Si quieres contar con la ayuda de un entrenador personal en Valencia para sacarle el máximo partido a tu entrenamiento no dudes en contactar con PERFORMA. También contamos con servicio de entrenador personal a domicilio por si no dispones del tiempo suficiente para desplazarte a nuestras instalaciones.