¿Cardio aeróbico o cardio interválico?

Mucho se ha discutido sobre si el cardio aeróbico es mejor que el cardio interválico, y viceversa. A continuación, te contamos algunas ideas básicas para conocer la diferencia entre ambas opciones.

El cardio interválico es aquel en el que se cambia de intensidad y se suben las pulsaciones a ritmos muy elevados, cercanos al 90% en tramos relativamente cortos, como de uno, dos o tres minutos y a continuación, se baja el ritmo para recuperar las pulsaciones a niveles confortables, para volver a subir y así sucesivamente. Los picos de intensidad y las fases de descanso pueden variar en intensidad y tiempo.

Con el cardio interválico se gana una importante mejora en todo el sistema cardiorespiratorio y se consigue reducir el tiempo de entrenamiento para quemar las mismas calorías. Ahora bien, estas calorías no proceden exclusivamente de las grasas, pero el hecho de haber sometido al cuerpo a un esfuerzo más intenso provoca que las pulsaciones se mantengan elevadas después de haber terminado el ejercicio, pudiendo llegar esta fase de recuperación hasta las dos horas (tu cuerpo estará más tiempo quemando calorías).

Entre las ventajas de este entrenamiento encontramos:

• Necesita poco tiempo
• Quema muchas calorias
• Las pulsaciones residuales queman mucha grasa
• Mejora los sistemas cardiovasculares y respiratorios
• Eleva el umbral aeróbico, permitiendo que en posteriores sesiones nuestro cuerpo queme más calorías procedentes de las grasas.

Entre sus contras, encontramos las siguientes:

• Es estresante y cansado
• Provoca más hambre que el aeróbico
• Requiere de cierto estado de forma para practicarlo
• Consume mucho glucógeno, energía de la que usaríamos para las pesas.

Por su parte, el cardio aeróbico es el que busca eliminar calorías, sin perder el umbral aeróbico para asegurarnos de que estamos obteniendo la energía de las grasas acumuladas. Los procesos químicos destinados a obtener energía desde las grasas requieren una presencia de oxígeno suficiente, y si aceleramos el ritmo demasiado nos faltará oxígeno y se bloqueará esta vía. A partir de ese punto, el cuerpo trabajará anaeróbicamente para obtener la energía del glucógeno.

Entre sus ventajas, encontramos:

• Solo se consume energía procedente de las grasas
• Es más relajado que el interválico
• No hace falta estar en forma para ponerlo en funcionamiento

Entre sus contras, destacan las siguientes:

• No ayuda excesivamente a mejorar el sistema cardiovascular
• Requiere más tiempo para eliminar menos calorías

Esperamos que con esta información, tengas más clara la diferencia entre ambos entrenamientos y puedas decantarte con el que más te encaja. Si quieres entrenarte en Performa entrenadores personales en Valencia, no dudes en contactar con nosotros.