El XXVI Foro de Orientación subraya la importancia de ‘bien tratarnos’ en el ámbito educativo

El Campus de Catarroja ha vuelto a convertirse en un aula abierta para orientadores y orientadoras de la Comunidad Valenciana en el XXVI Foro Anual de Orientación, organizado por Florida Universitària desde el Servicio de Orientación y Bienestar (OBE).

Un espacio dedicado a la reflexión, que ha puesto en común experiencias y recursos siguiendo la línea temática de las pasadas ediciones, salud mental y autocuidado bajo el lema ‘Bien Tratarnos’, con el objetivo de ofrecer a orientadores y orientadores las herramientas de gestión que comprendan el papel de todos los agentes que intervienen en el proceso educativo.

Mercedes Herrero, directora de Florida Universitària, ha sido la encargada de poner en marcha esta nueva edición del Foro de Orientadores. Una iniciativa que responde al plan estratégico del centro universitario para la formación de «profesionales integrales comprometidos con la transformación social», con la voluntad de seguir creciendo a través de actividades complementarias desde «experiencias cooperativas que estén en actualidad y relacionadas con el entorno», incidía la directora de Florida Universitària.

Una oportunidad para rediseñar y marcar las líneas de actuación que conciban las actuales sensibilidades sociales y ambientales, trasladadas al ámbito educativo. En este sentido ha estado orientada la ponencia inaugural “Reconstruir vínculos de cuidados sociales y ambientales. ¿Se puede estar saludable en un planeta enfermo?”, impartida por Carlos Gómez Chuliá, técnico de educación en FUHEM, coordinador del proyecto internacional WILLKA y escritor de novelas como ‘Kokoa’ o ‘Vendaval’.

Para Gómez Chuliá, el proceso de ‘bien tratarnos’ empieza por «poner la vida en el centro. Entendiendo el ser humano como parte de una trama en la que coexiste con todo aquello que engloba nuestro entorno», explicaba. Y añadía a continuación que «somos ecodependientes e interdependientes, en constante comunicación con nuestros semejantes e interconectados con lo que sucede a nuestro alrededor».

Partiendo de esta base y tras realizar un diagnóstico del contexto de crisis multidimensional, se comienza a trabajar la ética del cuidado. A través de esta mirada es cuando se pueden desarrollar proyectos educativos bajo tres puntos clave: comprensión de la realidad, acción colectiva y la promoción de mensajes ecotópicos, que generen espacios educativos inspiradores para «imaginar futuros con los que construir presentes deseables».

La ponencia ha concluido invitando a los y las asistentes a repensar un sistema educativo que fomente la armonía existencial, a mostrar gratitud y a ofrecer dones desde la sabiduría y el servicio «en vuestra calidad de orientadores y orientadoras como agentes del cambio social».

Una reflexión que más adelante ha continuado en los talleres que se han desarrollado a lo largo de la jornada y que, desde el foco principal del ‘bien tratarnos’, han diversificado la temática en tres ramas: ‘¿Cómo diseñar situaciones de aprendizaje ecosociales, integrando la ética del cuidado?’, ‘Pornografía: ¿qué se está enseñando a niños y adolescentes?’ y ‘Educación emocional para la promoción de la salud mental y la prevención del acoso y ciberbullying’.